La exposición al sol es imprescindible y necesaria para obtener Vitamina D y es que solo existen dos formas de obtener vitamina D: exponernos al sol o tomar suplementos. A través de la alimentación no se logra el aporte necesario. Para que te hagas una idea, sin suplementos adicionales, obtenemos el 90% de la vitamina D del sol y el 10% a través de la dieta. 

Últimamente se está alertando sobre los peligros de cubrirnos en exceso, tanto en invierno como en verano, y se están detectando una cifra elevada de niños y adultos con carencia de esta vitamina.

  • Invierno: lucimos tan solo un 10% de piel al descubierto por lo que el tiempo necesario para vitamina D  sería 130 minutos. Y el tiempo máximo antes de sufrir daños en la piel sería de 150 minutos.
  • Primavera: los niños tienen un 25% de la piel al descubierto por lo que el tiempo necesario sería de 10 minutos.
  • Verano: al igual que en primavera, basta con 10 minutos al sol para que reciban la vitamina D necesaria.  Sin embargo, no sería recomendable que tomen el sol por más de 29 minutos si no queremos que se quemen. 
  • Otoño: debemos exponer a los niños a la luz solar al menos 30 minutos para obtener esta vitamina. 

Eso sí, no debemos olvidar que la cantidad de vitamina D que obtenemos al exponer la piel desnuda al sol depende de:

  • La hora del día: nuestra piel produce más vitamina D si la exponemos durante la mitad del día.
  • El lugar donde vivimos: cuánto más cerca del ecuador, más fácil será producir vitamina D porque el sol está presente todo el año.
  • El color de la piel: las pieles pálidas producen vitamina D más rápidamente que las más oscuras.
  • La cantidad de piel que exponemos: cuanta más piel llevemos sin tapar, más vitamina D producirá el cuerpo.

No todos tenemos el mismo tipo de piel y hemos de tenerlo en cuenta a la hora de exponernos al sol, se catalogan de la siguiente forma: 

  • Piel I: muy clara, generalmente pelirrojos, se queman con facilidad y no se llegan a broncear.
  • Piel II: piel clara, rubios, se suelen quemar y raramente se broncean. 
  • Piel III: piel intermedia y generalmente de cabello castaño. Suelen enrojecer y luego broncearse, es el más típico en latitudes como la española, argentina, griega, italiana, chilena…
  • Piel IV: morena, no suele quemarse y se broncea rápidamente.
  • Piel V: piel muy oscura, generalmente africanos y afrodescendientes.

Los adultos, y sobre todo los niños en etapa de desarrollo, necesitan vitamina D para absorber el calcio y fomentar el crecimiento óseo. También ayuda a regular el sistema inmune y el neuromuscular. Niveles bajos de vitamina D pueden provocar: 

  • Huesos blandos (raquitismo).
  • Huesos frágiles.
  • Depresión
  • Enfermedad cardíaca.
  • Cáncer de mama, colon y próstata.
  • Aumento de peso

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