¿Qué es el colágeno y para qué sirve?

El colágeno es la proteína más abundante en el cuerpo humano y se produce gracias a la acción de unas células llamadas fibroblastos. Su función principal es la de crear y mantener las estructuras de los tejidos que forman el organismo, generando fibras resistentes, fuertes y flexibles conocidas como fibras colágenas. Estas fibras unen los tejidos conectivos (como los tendones, los músculos o la piel), aportándoles firmeza y elasticidad.

A partir de los 30 años de edad la producción de colágeno suele ir disminuyendo, lo que provoca la aparición de arrugas prematuras y los primeros signos de flacidez facial.

Beneficios del colágeno para la piel

El colágeno actúa como sostén de las fibras de la dermis, dándoles consistencia, flexibilidad y resistencia. No obstante, hay que tener en cuenta que si queremos disfrutar de los beneficios de esta proteína la síntesis del colágeno debe ser calidad.

Veamos cuáles son algunas de sus propiedades y qué pueden aportarles a nuestra piel:

El colágeno contribuye a que la piel se mantenga hidratada y protegida frente a los agentes externos como el sol, la contaminación o el frío.

Disminuye las arrugas, las líneas de expresión y las estrías, además de prevenir y retrasar los signos del envejecimiento.

Reduce las marcas de acné gracias a sus propiedades cicatrizantes.

Ayuda a sanar las heridas.

Combate la flacidez facial y la celulitis.

Síntomas de falta de colágeno

El colágeno está repartido por todo el cuerpo y es vital para el buen funcionamiento del organismo. Sin embargo, con el paso del tiempo, la acción de los fibroblastos se va haciendo más lenta, lo que provoca una reducción gradual en los niveles de producción de esta proteína. Dicha reducción hace que empiecen a manifestarse los primeros signos de envejecimiento en la superficie de la piel, tal y como la aspereza, la sequedad, las arrugas, la flacidez facial o la pérdida de volumen y de densidad dérmica

Para favorecer la síntesis de colágeno de forma saludable y mantener la elasticidad y firmeza de la dermis es conveniente seguir estos pasos:

Reducir la exposición al sol: la radiación ultravioleta afecta a la producción de colágeno en la piel, ya que hace que se descomponga más rápidamente. Por lo tanto, conviene reducir todo lo posible la exposición al sol y aplicar siempre una fotoprotección adecuada.

Cuidar y/o modificar la dieta: añadir alimentos ricos en colágeno es beneficioso para la salud de la piel. Esta proteína puede encontrarse en carnes (pollo, pavo, cerdo…), pescados como el atún y el salmón, lácteos, frutos secos o gelatinas. Además, se recomienda consumir vitamina C para ayudar a la producción de colágeno y vitaminas E y A, con el fin de mejorar la elasticidad de la piel.

Disminuir el consumo de alcohol y tabaco: la acción de estos agentes deteriora las fibras colágenas y acelera el envejecimiento de la piel, por lo que conviene eliminar su consumo o reducirlo al máximo.


Usar productos dermatológicos específicos: el cuidado facial debe incluir la aplicación de cremas que favorezcan la formación de colágeno en la piel para que esta se vea más hidratada, tersa y joven.

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